En el cuadernito también hay cosas que no son “ejercicios de museo”.

Antes de que mis obligaciones posvacacionales me impidan atender este blog como es debido (y parece que lo harán y mucho) me decido a mostrar parte de un pequeño cuaderno de bocetos (15X15 centímetros) que en ocasiones llevo conmigo, sobre todo cuando voy a los museos con tiempo y con ganas. A veces escribo el día y el lugar, para recordar dónde lo dibujé (podéis ver la pegatina de entrada al LACMA de Los Ángeles en algunos). Dibujo aquello que me pone la piel de gallina; cosa que suele ocurrir muy a menudo con el arte precolombino y africano, creo que por su capacidad para la estilización, su elegancia y su sentido del humor; aunque también me ocurre con muchas otras épocas, lugares y artistas. Sencillamente, copio lo que me gusta, creo que para hacerlo mío. Es fruto de la envidia.
La mayor parte de los dibujos de esta entrada están hechos con una pluma Rotring extra fina. También suelo llevar conmigo agua en un botecito para carretes fotográficos y juego a humedecer la tinta con ella.

Después de tantos meses desaparecido del blog, subo esta entrada con el tema genérico de “portadas”.

Las dos primeras imágenes son bocetos para el álbum titulado El tiempo arrebatado. Los que lo conocéis sabéis cual fue la idea elegida finalmente.

La última imagen es la portada de un álbum que saldrá próximamente... ¿o la de un álbum que se publicó hace muchos años?... A los viejos conocidos les sonará de algo... pues sí, es lo que parece... ¿o no?... Estad atentos a vuestra librería...